El magnate ha intentado bajar el tono y presentarse como un “unificador”, tras las siete victorias que obtuvo el supermartes
BBC MUNDO / EL NACIONAL
Estado tras estado, el republicano Donald Trump avanza sumando victorias en las primarias de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Mientras, su propio partido busca cómo detener el fenómeno en el que se ha convertido el polémico millonario.
"Donald Trump es un embustero, un fraude", aseguró este jueves el candidato republicano a la presidencia en 2012 Mitt Romney, en un intento de llamar a la reflexión a sus correligionarios sobre la idoneidad de la candidatura del magnate.
Sus palabras son vistas como un último intento entre los líderes del partido de frenar a Trump, quien a juicio de Romney no está preparado para representar el país.
"Si los republicanos elegimos a Donald Trump como nuestro nominado, las perspectivas de un futuro próspero y seguro serán mucho menores", advirtió Romney en un discurso en el Instituto Hinckley de Políticas,en la Universidad de Utah.
Trump devolvió el golpe y en un evento en Maine, rodeado de simpatizantes, ridiculizó a Romney, refiriéndose a él como un candidato "desastroso" que le "rogó" su respaldo en 2012.
"Soy el único que puede vencer a Hillary Clinton. No soy Mitt Romney, que no sabe cómo ganar", escribió Trump en Twitter.
Si se tratara de otro aspirante, después de haber ganado en 9 estados de los 15 que han celebrado ya primarias, pocos dudarían de que el candidato para las elecciones del 8 de noviembre será Trump.
Sin embargo, su visión de política exterior y sus comentarios contra China y México han incomodado al liderazgo del Partido Republicano y a algunos votantes que, ante el temor de una victoria demócrata en las presidenciales por tener un candidato inadecuado, han decidido tomar cartas en el asunto.
Acciones concretas
Así surgió Our Principles (Nuestros principios) un Comité de Acción Política (PAC, por sus siglas en inglés) republicano que recauda fondos, no para apoyar a un candidato o menoscabar a los aspirantes demócratas, sino para invertir en publicidad en contra de Trump.
"Hay una creciente preocupación entre muchos republicanos de que vamos a nominar a un candidato que no comparte ninguno de los valores de los partidos", dice la directora ejecutiva de Our Principles, Katie Packer Gage.
"Mucha gente me pregunta '¿qué podemos hacer para detener a Trump?'. La respuesta es simple: intentarlo", escribió en un memorando Packer, quien formó parte de la campaña política de Romney y considera que "nadie ha parado (a Trump)porque nadie lo ha intentado de verdad".
El grupo lleva ya gastados $US 4,4 millones en anuncios pero consideran que la publicación de anuncios por sí sola no detendrá al empresario sino "más bien, el efecto acumulativo de poner de relieve sus posiciones".
El diario New York Times reveló la semana pasada un intento de revuelta de un grupo de gobernadores que querían presentar una carta desacreditando a Trump, que finalmente no llegó a ver la luz, así como un intento de crear un "Super PAC" en su contra llamado ProtectUS.
El problema es que no logran cerrar filas alrededor de un candidato que aúne al resto del partido.
Incluso algunos líderes conservadores están planteándose la opción de un tercer partido.
Según una reciente encuesta del canal CNN, el 48 % de los republicanos que no han apoyado a Trump dijeron que no le votarían en noviembre.
Poco a poco se van sumando nombres a la lista de gobernadores y senadores republicanos que se oponen a Trump, aunque no hayan expresado preferencia por otro candidato.
Triunfo de Hillary
En su discurso de este jueves Mitt Romney señaló que las encuestas de intención de voto auguran que Trump perdería ante Hillary Clinton, la favorita para obtener la candidatura demócrata.
"Una persona tan poco fiable y deshonesta como Hillary Clinton no debe convertirse en presidente. Pero una nominación de Trump permitirá su victoria", advirtió.
Y señaló que Trump está capitalizando el disgusto de los republicanos con el actual gobierno del demócrata Barack Obama "para propósitos innobles" utilizando "a los musulmanes y a los inmigrantes mexicanos como chivo expiatorio".
Entre las voces de peso dentro del partido que han rechazado a Trump públicamente se encuentra el veterano senador republicano John McCain, candidato presidencial en las elecciones de 2008 que ganó Obama, quien consideró "peligrosas" sus declaraciones sobre seguridad nacional y política exterior.
Carta conjunta
A la revuelta dentro del partido se sumaron más de medio centenar de expertos en política exterior republicanos que publicaron una carta conjunta en la que se comprometen a "trabajar enérgicamente" en contra de una presidencia de Trump.
"Reconociendo que las condiciones en la política de EE.UU. han contribuido a su popularidad nos sentimos obligados a expresar nuestra objeción claramente" a Trump expresan, entre otros, el exsecretario de Seguridad Nacional Michael Chertoff.
Los firmantes señalan las "inconsistencias" de Trump, consideran que su apoyo al uso de la tortura es "inaceptable" y su receta económica "un desastre", rechazan su retórica de "odio" contra los musulmanes y consideran su política migratoria un "asunto preocupante".
Dov Zakheim, ex alto funcionario del Departamento de Estado con George W. Bush, advirtió que las palabras de Trump "han molestado a nuestros aliados en Centroamérica, Europa, Asia y Oriente Medio".
"Esa no es una receta para el liderazgo de EE UU", dijo.
En las últimas semanas Romney ha sido una de las voces del partido más críticas con Trump.
Ha cuestionado sus finanzas, instándole a que presentara su declaración de bienes, poniendo en duda que el magnate de la construcción tenga al día las cuentas con el fisco.
Pese a sus duras palabras contra Trump, Romney no expresó su respaldo a ninguno de los otros candidatos republicanos, aunque según apunta el diario New York Times podría apoyar a Marco Rubio.
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