Las últimas revelaciones sobre los emails estarían castigando a la candidata demócrata
REUTERS / JAVIER ANSORENA / ABC.es
La última vez que Donald Trump aparecía por encima de Hillary Clinton en las encuestas fue a finales de julio. El candidato republicano gozaba entonces del rebote en los sondeos que habitualmente se produce después de la convención de cada partido. La alegría no duró mucho. La convención demócrata, celebrada después de la republicana, otorgó el mismo empujón a Clinton y Trump encadenó una serie de salidas de tono que propulsó todavía más a su rival en las encuestas.
La situación ha cambiado ahora: la última encuesta nacional otorga un empate técnico entre ambos, con una ligera ventaja a favor de Trump. Según los datos de Reuters/Ipsos, el candidato republicano obtendría el 40% de los votos, frente al 39% de Clinton. Otra encuesta reciente, del diario «Los Angeles Times», daba una ventaja a Trump de tres puntos (45%-42%).
Aunque es arriesgado extraer conclusiones definitivas de encuestas individuales, la tendencia muestra un recorte de la distancia entre ambos candidatos. El acumulador de encuestas de RealClearPolitics da ahora una ventaja de 3,9 puntos para Clinton, la más baja desde el 1 de agosto.
En la encuesta de Reuters/Ipsos, la subida de Trump tiene que ver con su mejora en intención de voto entre los republicanos, que ha pasado del 72% al 78% en las últimas dos semanas.
El ascenso coincide en el tiempo con la entrada en la cúpula de su equipo de Stephen Bannon y de Kellyanne Conway, dos estrategas conservadores que, por el momento, están consiguiendo que Trump se aleje de enfrentamientos dentro de su propio partido y se centre en atacar a Clinton. Trump lee ahora casi todos sus discursos y a pesar de sus idas y venidas en sus planes sobre inmigración, está ofreciendo un mensaje político más enfocado.
Polémica viva
Pero quizá su subida en las encuestas tiene que ver con los problemas que atraviesa Clinton. El escándalo del uso de un servidor de email privado durante su etapa como secretaria de Estado se avivó ayer con la publicación de los documentos elaborados por el FBI tras entrevista a la candidata, pero el asunto ya había cobrado nueva vida hace un par de semanas: se supo que Clinton tendría que responder por escrito sobre el asunto en una demanda de un grupo conservador y un juez exigió que se revisaran unos 15.000 emails que la candidata no había entregado todavía y que encontró el FBI.
El escándalo tiene visos de dominar buena parte del debate electoral de aquí al 8 de noviembre. Trump reaccionó a las últimas revelaciones diciendo que, o Clinton miente, «o no es una persona inteligente». Habrá que ver qué partido le saca en las encuestas.
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